En un local de comida, al norte de la Ciudad de México, cada dos días se termina un galón de aceite; la encargada del lugar comenta a UnoTV qué hacen con el aceite quemado.

La verdad se va a la basura, sí, lo tiro, lo echo en una bolsa y a la basura.

Sin embargo, tirar aceite quemado a la basura o al drenaje, puede generar problemas.

Se tira, se desecha completamente en el desagüe, en muchas ocasiones nos hemos percatado de algunas viviendas que tienen los drenajes tapados, se hacen unas plastas completamente duras por la grasa, lo que afecta el desagüe, hemos tenido viviendas inundadas.

Sin embargo, el aceite quemado se puede reciclar.

Poderlo separar, enfriar, filtrarlo a través de un colador o un filtro de estos de cafetera y vaciarlo en una botella de pet, es lo preferible, posterior a ello venir al Huerto de los Niños y entregarlo aquí de manera limpia y adecuada.

De esta forma, cuidamos el medio ambiente y los recursos naturales.

Ese aceite se convierte en fertilizantes, en pintura, en impermeabilizantes para casa, pintura para carreteras, entonces ya se le da un giro y ese aceite no va a los mantos acuíferos que hoy en día, pues es una problemática ambiental.

Poco a poco, personas como Alejandra Álvarez, empiezan a tener mayor conciencia.

Cuando hacemos tacos o incluso las tostadas, ese aceite yo lo guardo en otra botella o incluso en las botellas de refresco o de cloro, ahí lo dejo y las estoy esperando para llevarlas a un centro de acopio.

Este centro de acopio se ubica en Insurgentes Norte, frente a la estación del Metrobús “Circuito”, los otros dos son el Huerto San Rafael, del Parque Virginia Reyes y el Huerto CADAM, en la colonia Buenavista.